Los bolsillos del párroco estaban siempre llenos de medallas, que profusamente repartía y que más de una vez le sirvieron para abrirse paso y librarse de la muchedumbre que se lo impedía.
El papa Francisco, con una gran autoridad moral y de manera muy frecuente, habla de la necesidad de vivir la sinodalidad en la Iglesia de hoy. Según el Papa, vivir e instaurar la sinodalidad en la Iglesia no es solo una urgencia mayor, sino que precisamente de la práctica de la sinodalidad depende el futuro de la Iglesia y el remedio para muchas patologías que hoy se presentan destructivas y dolorosas.
En el ámbito pastoral, la interacción en esta actual cultura de la comunicación pasa por las motivaciones de fondo que inspiran su aceptación más que por los conocimientos técnicos o la buena voluntad del agente evangelizador. El beato Santiago Alberione podrá estar feliz de ver cumplido su sueño de alcanzar a muchas más personas, pero quiere que sea en un camino de santidad, personal y comunitaria, y no un modo de promover individualidades.
En algunos casos, con el ánimo de presentar exitosos resultados, a los párrocos nos ha faltado humildad y SINCERIDAD PASTORAL para reconocer los síntomas pastorales.
Uno de los defectos que más aquejan a los métodos pastorales es el fundamentalismo. Porque sí, ¡también hay fundamentalismo católico! ¿Cuántas veces no hemos escuchado que las personas, ante un cambio propuesto, responden: “eso no funcionará porque aquí siempre se ha hecho de esta manera?”.
Con la llegada de la pandemia las Pequeñas Comunidades Eclesiales tuvieron un obligatorio receso y, aún hoy, en muchas parroquias de Colombia sigue siendo difícil reiniciar el proceso SINE; algunas otras han aprovechado la coyuntura para hacer una refundación del Sistema y han reiniciado todo desde el principio, alternativa que en algunas ocasiones es plausible pero que en la mayoría de los casos extenúa el ánimo de los integrantes.
El pastor es llamado a profetizar, no duda en dejar su rebaño y su ciudad, una clave de lectura hoy es el desapego, el dejarse llevar por el Señor en medio de circunstancias difíciles, él siempre está ahí para guiar a su pueblo.
Los obispos de Colombia damos gracias al Señor de la Vida que nos permitió reunirnos de manera presencial y renovar nuestra comunión fraterna de Iglesia que camina y sirve a toda la nación colombiana con el poder de Cristo Jesús.
La web ya no es un espacio paralelo a nosotros, del cual somos espectadores (como frente a un televisor), sino que nos permite “aumentar” la realidad que nos rodea, ampliar nuestras relaciones sociales. Internet se convierte en un espacio para habitar; la realidad ya no coincide con la dimensión material, se expande hasta incluir también la dimensión inmaterial.
Un mosaico con la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, será entronizado este 9 de julio en los Jardines del Vaticano. Estará junto a las otras advocaciones marianas que allí se encuentran.