Guías Homiléticas
30 enero / CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
/ Jr 1, 4-5.17-19 / Sal 70, 1-2.3-4a.5-6ab y 17 / 1Co 12, 31–13, 13 / Lc 4, 21-30
Del Evangelio según san Lucas En aquel tiempo, Jesús comenzó a decir en la sinagoga: “Hoy se ha cumplido esta Escritura que acaban de oír”. Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: “¿No es este el hijo de José?”. Pero Jesús les dijo: “Sin duda me dirán aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’, haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún”. Y añadió: “En verdad les digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo asegurarles que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio”. Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.Palabra del Señor
Hoy la Santa Iglesia pone a nuestra consideración el mensaje de salvación como un llamamiento universal a la glorificación de Dios. Es una gracia inmerecida el que se nos haya manifestado a nosotros, gracia que debemos acoger con fidelidad y alegría.
En continuación con la lectura del domingo pasado vemos que fue investido del Espíritu para anunciar la Buena Nueva a los pobres y la libertad a los presos y a los oprimidos. Lo que hoy se quiere destacar desde el principio que Jesús tiene claro es el propósito de su misión, el punto de partida: la razón de ser de Jesús y el punto de llegada: la misma misión de la Iglesia a lo largo de la historia (ayer, hoy y siempre).
El llamado de Dios es importante en la vocación. Es Dios quien toma la iniciativa y el hombre responde de una manera libre a ese llamado, seguro que se tendrán resistencias o inseguridades humanas, lo importante para el profeta Jeremías es la reafirmación divina de la vocación. Lo llamativo es que se anuncia a Jeremías antes de nacimiento. Desde el vientre lo conocía, lo consagró, lo santificó y lo puso como profeta para las naciones. Un comentarista reconocido señala que no está hablando del vientre de la madre, sino del vientre de Dios, esto es Dios como madre.
LA MISIÓN, EL MOTOR DE LA IGLESIA
Jesucristo, Jeremías, Pablo: Tres hombres con una única misión, cuyo vértice es Jesucristo, plenitud de la revelación y de la misión salvífica de Dios.
a) Jeremías: es llamado por Dios, se resiste, pero es mandado a una misión en Jerusalén y Judá, tendrá que soportar situaciones adversas y resistencias de las personas.
b) Pablo: nos manifiesta que la vida de la comunidad debe estar centrada en la caridad. De las tres virtudes teologales, fe, esperanza y caridad, la caridad es la más excelente de las tres y la más grande. La fe y la esperanza desaparecerán, la única que permanecerá será la caridad.
c) Lucas: el misionero o profeta será siempre objeto de críticas desde dentro y desde fuera.
d) Jesús: Lucas nos muestra con claridad desde el principio cómo Jesús entendió su propia misión (W. Pesch).
¿POR QUÉ RECHAZAN A JESÚS? (EN SU PROPIA TIERRA)
El evangelista sugiere hábilmente la atmosfera de expectación creada por la presencia y las palabras de Jesús. Su mensaje produce sorpresa y perplejidad pero también hace surgir la duda: ¿puede el humilde Hijo de José aplicarse realmente las palabras de Isaías y presentarse así mismo como aquel personaje extraordinario? San Lucas expresa en imperfecto el asombro constante ante la predicación de Jesús.
LA ADMIRACIÓN
Se sugiere la idea de un reconocimiento lleno de interés ante sus palabras. La predicación de Jesús se caracteriza como palabras de gracia, expresión unida a la cita de Isaías, esto significa algo agradable y gracioso. Este sentido para algunos es más espiritual, como amor manifestado e incondicional. ¿Qué sentido tiene para el hombre de hoy?
Para el autor, el sentido del escritor sería la falta de fe, la autoridad de su momento y los nazarenos no comprenden la identidad de Jesús. Para un lector desprevenido sería que Lucas tendría una visión panorámica de la vida de Jesús, pero sabiendo que es un relato post-pascual, lo importante no es recoger la infancia ordenada de Jesús como sucesos ordenados cronológicamente puestos como un relato histórico, carecería de sentido pensar así, la vida de Jesús se recoge desde el relato post-pascual, porque así se puede pensar que de toda la vida de Jesús va en relación a su misión.
Los habitantes de Nazaret rechazaron a Jesús porque, después de todo, para ellos no era más que -el hijo de José- por eso va a dar la reacción de ellos. Queda claro que Jesús no pertenecía a ninguna de las familias distinguidas de aquella región. Además Jesús no era miembro distinguido de familia sacerdotal, se fue configurando como un creyente del pueblo no como funcionario. Jesús se niega a presentar milagros como sucesos extraordinarios para que crean, la lógica de la narración los nazarenos ya conocen la vida y obras de Jesús, pero no sabían o no podían aceptar que fuera el Hijo de Jesús y el salvador. Por eso Jesús se compara con Elías, el profeta que actúa fuera del territorio israelita y Eliseo cura al sirio Naamán. Según esto, Jesús, aunque no fueron rechazados en el Antiguo Testamento, entonces lo que le interesa al escritor Lucas es presentar los criterios de la misión:
1. Llamado por Dios: esta es una teología de elección, Dios ha elegido a los gentiles, la misericordia viene de lo alto.
2. La prueba: el destino de Jesús y los discípulos es el mismo destino del Maestro. Allí quisieron despeñar a Jesús como un momento critico para que no cumpla la misión de Jesús, por ser el Hijo de Dios.
3. El paso de Jesús: paso por medio de ellos y se marcho, ninguno se atrevió a hacerle daño. Jesús pasa por nuestra vida, solo en su hora salvífica, la hora. Es la hora de la muerte y la pasión, cuando Jesús se encuentra en la oración dice: “padre si es posible aparta de mi este cáliz”, es el cáliz de la pasión y muerte. Es el momento en que el señor quiera es un amor mostrar su bondad infinita y salvarnos.
LOS DOS CAMINOS
Después que el lector escucha este evangelio, quedan para nosotros los dos caminos, aceptarla o rechazarla, claro que es una decisión propia de cada uno, para los nazarenos que quieren manipular y rechazar a Jesús, e incluso quieren egoístamente apropiarse de Jesús, quererlo para ellos solamente, ahí es la equivocación de los nazarenos, no pueden ver más allá, quieren que Jesús les presente milagros y no quieren que nadie más entre, esta es la manera de responder Jesús: el profeta no es querido en su propia tierra, no es aceptado en su propia tierra. Siendo una manera propia de decir que no se limita a un grupo o una ciudad, su misión va más allá de los limites humanos, de los apegos y de las situaciones propias. Para Jesús, Dios no tiene pueblos preferidos y, por tanto, también pueblos excluidos. Para Dios y Jesús todos somos iguales y todos somos merecedores de la salvación. Jesús se juega la vida por la libertad y la igualdad.
APORTE PASTORAL
Algo de esto le ocurre al cada uno de nosotros, les ha ocurrido a muchas personas, esto mismo le ha ocurrido a la Iglesias lo largo de la historia. También ella como otras comunidades humanas, está manchada por el pecado, las flaquezas y la falta de ejemplaridad de sus miembros o la falta de credibilidad de muchos cristianos. Por encima de cualquier mirada personal de Jesús, debe prevalecer el criterio de bondad, de caridad, porque nuestro querer humano es interesado, voluble, cambiante; debemos tener en cuenta que debemos predicar y exhortar en contracorriente, a pesar que a muchas personas no les guste, recordando a San Juan Eudes, debemos hacerlo con un corazón grande y generoso por amor a nuestra Iglesia, a nuestro Señor. (“Corde Magno et animo Valente” San Juan Eudes). Este debe ser el motor de nuestra vida: “El amor tiene que ser la base de todo lo que hacemos, y si vivimos en el amor, entonces, vivimos con Dios. Debemos dejarnos morir nosotros por completo, para que Dios pueda llenarnos de Él. Debemos ser personas completamente normales, con los pies bien plantados en la tierra, pero seamos conscientes que mientras vivimos en este mundo, no estamos fuera de Él (de Dios)”. P. Zlatko Sudac. Dónde está nuestro corazón, está Dios. En dónde fundamentamos nuestra vida, nuestras seguridades, no deben estar en las cosas o personas sino en Dios.
ORACIÓN EN EL CAMINO SINODAL
Amados hermanos, elevemos nuestra oración a Dios Padre todopoderoso, que concede sus dones a quienes lo invocan con fe. Por la salud e intenciones del Santo Padre, su ministerio pastoral en bien de las almas, para que su gracia lo ilumine y lo fortalezca en el desempeño de su oficio de Vicario de Cristo. Para que los jóvenes busquen la verdad como sentido profundo de la existencia humana, y con fuerza ante las dificultades actuales, den testimonio del Evangelio aspirando siempre a la santidad.
Por: Pbro. Wilson Javier Sossa López, cjm Sacerdote Eudista
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