Los antecedentes
“Joven, a ti te digo, levántate” es el título del mensaje que trae a la memoria dos acontecimientos de vital importancia para la Iglesia universal: El sínodo de los Obispos sobre el tema : los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional y la última Jornada Mundial de la Juventud efectuada en Panamá, frente a lo cual recuerda que ambos demuestran una dimensión esencial de la Iglesia: y es el caminar juntos. El Papa invita a los jóvenes a asumir el desafío de un giro cultural a partir de ese levántate de Jesús.
“En una cultura que quiere a los jóvenes aislados y replegados en mundos virtuales, hagamos circular esta palabra de Jesús: Levántate”. Es una invitación a abrirse a una realidad que va mucho más allá de lo virtual. Esto no significa despreciar la tecnología, sino utilizarla como un medio no como un fin.
Descubriendo algunas de las características de los jóvenes de este tiempo, el Santo Padre recuerda que cada vez que alcanzamos algo importante en la vida, Dios nos desafía a comenzar de nuevo.Destacando actitudes juveniles como el gusto por los viajes, la necesidad de confrontarse ante otras realidades y el deseo de vivir experiencias nuevas, explica que esa es una de las razones por las cuales eligió la ciudad de Lisboa como sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud; porque de allí partieron muchos jóvenes hacia tierras totalmente desconocidas con el fin de compartir su experiencia de Dios, es decir, ser misioneros.
En este sentido el Pontífice explica que el tema de la Jornada Mundial de Lisboa será: María se levantó y partió sin demora, lo que se convierte en una motivación para que durante los dos años que preceden al acontecimiento se reflexione sobre dos textos de la Sagrada Escritura: “¡Joven, a ti te digo, levántate!” y “¡Levántate te hago testigo de las cosas que has visto!
Al respecto el Papa Francisco advierte que el verbo común presente en estos tres textos es “levantarse” que se interpreta como resurgir o despertar a la vida.
Un verbo que además es recurrente en la exhortación “Christus vivit” y que comenta su santidad, es una forma de ofrecer un faro para iluminar los senderos de la existencia.
Explicando el pasaje de la Sagrada Escritura de donde toma el título del mensaje para este año, el vicario de Cristo explica que el milagro en el cual Jesús resucita a un joven como expresión de misericordia ante el dolor de su madre, sucedió después de una serie de actitudes y gestos que nos deben invitar a la reflexión.
Ver el dolor y la muerte
Al respecto el Santo Padre recuerda que la mirada de Jesús sobre la mamá que sufría por la muerte de su único hijo, fue atenta y no distraída, por lo que cuestiona a los jóvenes sobre cual es el tipo de mirada que tienen sobre algunas realidades del mundo y si más allá de observarlas hacen algo para cambiarlas o simplemente ante realidades de muerte, espiritual, emotiva y social; solo hay de su parte un vistazo rápido o la grabación de un video porque se evita dirigir la mirada a los ojos de quien sufre.
Es así que exhorta a los jóvenes a tomar conciencia de lo que ha causado muerte en la vida de cada uno, ya sea en el presente o en el pasado para que como el muchacho del Evangelio vuelvan a la vida porque se sienten mirados por alguien que quiere verlos vivir. quizá es esto lo que debemos hacer actualmente.
La compasión
En el pasaje bíblico Jesús se deja tocar hasta las entrañas por el dolor ajeno, se trata de una gran conmoción en la que se hace partícipe de la realidad de otra persona. Los jóvenes -Afirma el Papa- con sus acciones demuestran que son capaces de con-padecer con otros, de ahí que surja su invitación a no dejarse robar esa sensibilidad por los demás; para que siempre puedan escuchar el gemido de quien sufre, conmoverse por el llanto del solitario, porque si sus heridas las hacen propias, podrán ser portadores de esperanza, diciendo al que sufre que no está solo, que se puede levantar , de la misma forma en que Dios nos tiende su mano para auxiliarnos.
Acercarse y tocar
A imagen de Jesús que se detiene ante el cortejo fúnebre y se acerca, haciéndose uno más, el Santo Padre pide a los jóvenes acercarse a las realidades de dolor y muerte para generar vida como lo hizo él en su tiempo y los exhorta a experimentar en el corazón el sufrimiento del hambriento, el sediento, el enfermo,el desnudo o privado de la libertad y así puedan transmitir vida como fruto de haber sido tocados por su amor.
¡Joven, a ti te digo, levántate!
En esta parte del mensaje el Papa Francisco explica que el Evangelio nunca menciona el nombre del joven que resucitó porque busca que cada persona se identifique con él. No se puede desconocer que el cristiano también cae y debe levantarse una y otra vez.
“Solo quien no camina no cae , pero tampoco avanza“, insiste el Papa; por eso, no podemos quedarnos en las expresiones de moda para resolver las dificultades porque finalmente son solo palabras, mientras que Cristo y su palabra tienen otro talante. Es una palabra divina y creadora que puede devolver la vida donde se había extinguido. Agrega.
La nueva vida de resucitados
Finalmente el Santo Padre cierra el mensaje recordando la frase por la que se le recuerda durante la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiro en 2013: ¡Haced lío!, hagan escuchar su voz, por que como lo comentó alguna vez escuchó de un joven que estuvo cerca del Pontífice “Si Jesús hubiese sido uno que no se implica, que va solo a lo suyo, el hijo de la viuda no habrá resucitado“…
Por: Paola Calderón Gómez” PRENSA CELAM
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