Un mosaico con la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, será entronizado este 9 de julio en los Jardines del Vaticano. Estará junto a las otras advocaciones marianas que allí se encuentran.
Sobre la importancia de este acontecimiento, fray Carlos Mario Alzate, rector del Santuario de Chiquinquirá, dijo lo siguiente:
“Es un gesto de afecto de la Santa Sede hacia Colombia en una época tan difícil como la que hemos vivido, no solamente por el año y medio de pandemia, sino durante los últimos meses, por la difícil situación social y de orden público en el país”.
Durante la elaboración de la imagen en la Galería Poli de Verona (Italia), el artista Albano Poli debió variar un poco la ubicación de algunos elementos, para obtener la dimensión que se requiere, acorde con las medidas del espacio.
“La primera propuesta incluía solamente a la Virgen con el niño Jesús en brazos, luego se logró una composición armónica con San Antonio y San Andrés apóstol, quienes hacen parte del lienzo”, explicó el sacerdote.
Un lugar junto a las otras advocaciones
El mosaico que se entronizará en el Vaticano está elaborado en un material diferente al lienzo del cuadro original. Esto porque permanecerá al aire libre y necesita tener un sustrato resistente.
Además, tendrá diferentes y vivos colores, mientras que el antiquísimo lienzo de Colombia tiene una gama de tonos ocres, algunos deteriorados por las malas condiciones en que permaneció durante años.
«Micro mosaico»
También se utilizó una técnica diferente, tal cual se ve en las imágenes que fueron cedidas a Aleteia a modo de cortesía. Mientras en la imagen original (de 1562) el artista Alonso de Narváez utilizó la antigua técnica conocida como ‘al temple’, en esta ocasión se está trabajando la técnica ‘micro-mosaico’. Esta técnica consiste en ensamblar pequeñas piezas cuadradas, cortadas a mano, de materiales como mármol, piedra, cerámica esmaltada o vidrio.
La reina y patrona de Colombia ocupará un lugar en los jardines, donde también están la Virgen del Rosario de Fátima y Nuestra Señora de Lourdes. También otras advocaciones latinoamericanas como la Virgen de Aparecida, patrona de Brasil. Lo mismo que la Virgen del Quinche, patrona de Ecuador; Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México; la Virgen de Luján, venerada en Argentina; y la Virgen del Carmen, patrona de Chile, cuya imagen llegó el pasado 25 de junio al Vaticano.
102 años como Reina de Colombia
Para esta celebración especial fue escogida la fecha en la que se conmemoran 102 años de la coronación canónica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, el nueve de julio. Estará presente el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato de la Ciudad del Vaticano. También monseñor Mauricio Rueda Beltz, subsecretario de la Sección Tercera de la Secretaría de Estado, y Jorge Mario Eastman, embajador de Colombia ante la Santa Sede, quien se encargó de la gestión diplomática como delegado del gobierno colombiano.
En representación de la Orden de los Predicadores –encargados de la custodia del lienzo en Colombia a través de la Provincia de San Luis Beltrán, y patrocinadores de la obra de arte– asistirá fray Gerard Francisco Timoner, maestro de la Orden de Predicadores en el mundo. También fray Diego Orlando Serna Salazar, prior provincial de los Frailes Dominicos en Colombia. Y fray Carlos Mario Alzate Montes, rector del Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, lugar donde reposa el lienzo original.
Fortalecimiento de afecto a la Virgen
Los religiosos de la Orden de Predicadores, custodios de la imagen de Nuestra Señora del Rosario que desde hace más de cuatro siglos se venera en Colombia, cuentan que después del centenario de la Coronación como Reina de Colombia, en el 2019, han vivido una seguidilla de acontecimientos. Hace algunos meses fueron sede del Rosario Mundial de Mater Fátima y esta semana serán testigos de la develación del mosaico en
la Santa Sede. También están celebrando la aprobación de la declaración como Basílica Menor del templo Nuestra Señora de Chiquinquirá de la ciudad de Bogotá.
“Hemos hecho esfuerzo grande para reinventarnos y que el santuario cobre vigencia, que sea un espacio espiritual, un lugar de encuentro y referente para todo el país. Hemos sido testigos del florecimiento del afecto hacia la Virgen, especialmente de mucha gente joven de movimientos marianos y por numerosas personas que llegan atraídas por la historia de la renovación del cuadro y su presencia en momentos coyunturales en la vida del país”, agrega fray Carlos Mario Alzate.
Fuente: Aleteia.ORG
Recibe nuevo contenido directamente en tu bandeja de entrada.
Sigue mi blog
Encuentra nuestro libro recomendado en:
ÚNETE A NUESTRA LISTA
Suscríbase a nuestra lista de correo y reciba todas las actualizaciones en su bandeja de entrada de correo electrónico.
Deja una respuesta