Guías Homiléticas -- XIII DOMINGO ORDINARIO

1R 19, 16b.19-21 / Sal 15, 1-2a y 5.7-8.9.10.11 / Ga 5, 1.13-18 / Lc 9, 51-62
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26 junio

Del santo Evangelio según Lucas 9, 51-62

Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de Él. Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su intención era ir hacia Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron: “Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?”. Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea. Mientras iban de camino, le dijo uno: “Te seguiré adondequiera que vayas”.

Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinarla cabeza”. A otro le dijo: “Sígueme”. Él respondió: “Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre”. Le contestó: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios”. Otro le dijo: “Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa”. Jesús le contestó: “Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el Reino de Dios”.

Palabra del Señor.

SEAMOS EL QUINTO EVANGELIO DE LA LIBERTAD ESCRITOS POR FUERA Y ESCRITOS POR DENTRO

Este encuentro es muy importante ya que resulta siendo una renovación de su misión del profeta Elías, quien cumple el cometido de elegir su sucesor. Eliseo se encuentra en sus oficios cotidianos, arando la tierra, no median palabras, el manto es el único signo que acompaña este encuentro. Es el signo del manto que le echa encima (en la cultura judía significa dominio), el manto sobre Eliseo se entiende, porque deja todo con toda libertad del llamado y corre tras Elías ya que ha comprendido que es el profeta quien lo ha llamado a continuar su misión.

Qué tal si nuestras parroquias fueran lugares para abrigar, proteger y acoger, lo acabamos de ver en México, en Cerocahui, Tarahumara, el 20 de junio en la tarde, dos sacerdotes jesuitas: Javier Campos y Joaquín Mora, asesinados por acoger a una persona buscada por un hombre armado, seguro que nuestras parroquias, comunidades deberían ser como la relación entre el profeta Elías y Eliseo, una relación de mantener vivo el llamado de Dios con su pueblo, aquí el manto significa y representa toda su vida que se trasmite a su discípulo Eliseo para mantener viva la “voz” de Dios en su Pueblo.   

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La carta de la libertad cristiana, dirigida a la comunidad de los Gálatas, tiene sentido solamente en su relación con Dios y los hermanos a través de la libertad en el Espíritu, es la superación de la confrontación entre el espíritu y la carne.  Solo se logra esta verdadera liberación por la ley del amor.

Actitud ante los samaritanos. ¿Quiénes son los samaritanos? Judíos contaminados con el paganismo y otras creencias.

Recordemos que en el año 926 a.C., las tribus del norte se rebelaron contra el Rey Roboam, hijo de Salomón. De esta rebelión surgieron dos reinos: el de Israel, en el norte, con su capital en Siquem (hoy Nablús) y el de Judá, en el sur, con su capital en Jerusalén. En el año 875 a.C. el rey de Israel, Omrí, trasladó la capital a Samaria.

En el año 740 a. C. los asirios conquistaron a las diez tribus de Israel. La Biblia cuenta que el pueblo original marchó al exilio y fue reemplazado por gente foránea a quien se le dio cierta instrucción religiosa similar a la judía. Aunque el pueblo samaritano, originado con esta mezcla, reconocía la Torá, fue despreciado por el pueblo judío.

LOS SAMARITANOS

En un aparente mensaje sublime, Lucas nos cuenta otra de sus historias de los caminos pecaminosos de los judíos. Casi todo el mundo a oído la frase “El buen Samaritano”, aun cuando no estén familiarizados con esta parábola. Muchos aman las virtudes de esta parábola sin notar la falta de respeto hacia los judíos y al judaísmo. El fracaso de la misión de Jesús se dio porque ellos endurecieron su corazón, no fueron capaces de abrirse a la persona de Jesús que pasa en la historia. Es la persona que ofrece su mano amiga, a pesar de ser enemigos, pero ellos niegan su hospedaje y no escuchan su voz.

Lucas, Santiago y Juan: “Los hijos del trueno”. Nos habla el texto de su carácter fuerte, no aceptan que Jesús obre así, sino que quieren que obre con fuego, que los consuma. Pero Jesús no obra así.

LOS TRES PERSONAJES ENCONTRADOS EN EL CAMINO

Te seguiré, el Señor le responde que no tiene nada ni a nadie, como quien dice, nos llama a desprendernos de cualquier cosa o persona, sea el que sea debe ser libre, espontáneo, el amante ama lo que hace porque ama espontáneamente, el esposo ama a su esposa no por lo que hace, sino por lo que es, es el momento en que Jesús dice que el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar su cabeza, porque no tiene seguridades, antes todo lo contrario, seguir al Señor implica renuncia a todo tipo de seguridades.

Déjame primero ir a enterrar a mi padre y mi madre, aquí el discípulo antepone al seguimiento la muerte de un familiar y su sepultura, el que quiera seguir al Señor debe obedecer sin quedarse haciendo culto a los muertos como sucede en nuestro mundo latino que nos volvemos en el culto a los muertos.

Le dice que deje primero ir a despedirse de su padre y de su madre, para después seguir al Señor, por eso es importante, reconocer que no debemos mirar para atrás si queremos seguir al Señor, porque el que mira para atrás en su vida, se detiene, no mira la meta o mejor retrasa su meta, aquel que quiera seguir al maestro debe dejar su pasado, no el pasado de su experiencia, sino su pasado que lo esclaviza a todo aquello que obstaculiza su seguimiento del Señor. En general, debemos reconocer que el deseo es seguir al Señor siempre, el primero y el tercero son dóciles al seguimiento, pero el segundo tiene algo que no deja avanzar, progresar y es que no solo los vivos le impiden seguir al Señor, sino los muertos, sus rituales, su entierro, como quien dice donde no hay vida, el muerto ya no pertenece al mundo, creo que muchas personas siguen pensando en el muerto y no en el Señor de la vida, los vivos, los vivos son quienes te alaban como yo ahora.

Hoy es importante no detenernos en los pretextos que les presentamos al Señor, sino en la voz del Señor y obedecer sus exigencias, todo lo demás no importa, ni las cosas, ni familia, ni los muertos, esto no nos debe hacer perder de perspectiva en nuestro seguimiento del Señor.

Si San Pablo les asegura a los suyos que los lleva tatuados, escritos en su corazón, cuánto más se puede decir que los nombres de los verdaderos hijos de María están grabados en su Corazón. Este Corazón es el libro de la vida porque contiene la regla y el modelo de vida que deben llevar los cristianos

San Juan Eudes, OC VIII, 505

    Ser el quinto evangelio, parafraseando a san Juan Eudes para este camino sinodal, significa escrito por dentro y escrito por fuera, por dentro ser mansos y humildes de corazón como Jesús y escrito por fuera porque da testimonio de santidad, asumiendo su yugo que es suave y ligero, como una opción de verdadera libertad. Juan Eudes nos mostró también el Corazón de María como evangelio vivo, como biblioteca llena la sabiduría de Dios, para invitarnos a contemplarlo y a estudiar en él:

    "Consideren que el Corazón de María es el depositario de los misterios y maravillas de nuestro Salvador: María conservaba todo en su Corazón (Lc 2, 51). Es un libro vivo, un evangelio eterno en el que el Espíritu Santo escribió con letras de oro la vida admirable del Salvador. Es el libro de la vida en el que debemos estudiar sin cesar. En él debemos aprender a conocer y a amar perfecta y ardientemente la radiante belleza de las virtudes cristianas, y sobre todo las excelencias maravillosas de la humildad. ¡Cómo estamos de obligados a honrar tu Corazón amable, Madre de bondad!. Haz que nuestros nombres estén escritos en el libro de la vida que eres tú, y que estudiemos en tu Corazón cuidadosamente las verdades y mandamientos del Espíritu Santo" (San Juan Eudes, OC VIII, 133-134 Cfr. OC VI, 358)

    APORTE PASTORAL

    “…No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos. Este era uno de ellos; no se conocía a sí mismo como lo conocía el médico que lo examinaba. Porque si ya se veía mentiroso, si ya se conocía falaz y doble, no conocía a quien hablaba. Pues él es de quien dice el evangelista: No necesitaba que nadie le informara sobre el hombre, pues Él sabía lo que había en el hombre. ¿Y qué le respondió? Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza. Pero, ¿dónde no tiene? En tu fe. Las zorras tienen escondites en tu corazón; eres falaz. Las aves del cielo tienen nidos en tu corazón: eres soberbio. Siendo mentiroso y soberbio no puedes seguirme. ¿Cómo puede seguir la doblez a la simplicidad?” (SAN AGUSTÍN, sermón 100).

    Por: Pbro. Wilson Javier Sossa López, cjm

    Por: Pbro. Wilson Javier Sossa López, cjm

    Sacerdote Eudista

     

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