En el tiempo de la cultura de la comunicación, del auge de las redes sociales y de los medios que tenemos a disposición, podemos decir que todos estamos informados, aunque superficialmente y eso significa que, al mismo tiempo, estamos desinformados y en medio de una saturación de mensajes que no generan esperanza.
En el ámbito pastoral, la interacción en esta actual cultura de la comunicación pasa por las motivaciones de fondo que inspiran su aceptación más que por los conocimientos técnicos o la buena voluntad del agente evangelizador. El beato Santiago Alberione podrá estar feliz de ver cumplido su sueño de alcanzar a muchas más personas, pero quiere que sea en un camino de santidad, personal y comunitaria, y no un modo de promover individualidades.
Los obispos de Colombia damos gracias al Señor de la Vida que nos permitió reunirnos de manera presencial y renovar nuestra comunión fraterna de Iglesia que camina y sirve a toda la nación colombiana con el poder de Cristo Jesús.
Las enseñanzas del apóstol Pablo contienen riquezas maravillosas, que son como aquel carisma o don perdurable que viene con la fe y la vocación cristiana; y que pueden hoy ser reavivadas, aun en tiempos de zozobra e incertidumbre como las causadas por la actual pandemia que azota a todos nuestros pueblos y naciones.