La vocación en una comunidad y su carisma se va descubriendo en la medida que nos confrontamos con la opción por una comunidad.
Una muestra de amor, es signo de dar la vida, porque su amor supera cualquier límite e incluso cualquier sentimentalismo.
El Espíritu Santo es el motor de la Iglesia, es la promesa de Jesús que nos lleva a identificar el “tipo” de relaciones que tenemos entre los cristianos y de las relaciones humanas.