La Cuaresma “con su doble carácter, prepara a los catecúmenos como a los fieles en orden a la celebración del Misterio Pascual”.
vocación del profeta, sino que este llamamiento solo aparece hasta el capítulo 6. ¿Qué pasó allí? ¿Hay algo de especial en Isaías? ¿Por qué la historia no empieza con el llamamiento? ¿Por qué el llamado de Dios a Isaías aparece en el libro solo hasta el capítulo 6?.
Desde las primeras páginas de la Biblia, en los preciosos y poéticos relatos de la creación, se nos presenta el protagonismo de la Palabra creadora de Dios. Ella es la que pone orden en el caos y la soledad de los orígenes, y resuena en los abismos para dar existencia y vida al mundo y a cuanto contiene, incluido el ser humano. Aquel “Dijo Dios” se vuelve una especia de estribillo con el que inicia cada día de la creación (cf. Gn 1, 1–2, 4a).
En medio de una historia tan sufrida y convulsionada como la que tuvo que vivir el pueblo de Dios, se entiende mejor que los momentos de intervención salvadora por parte del Señor fueron celebrados con inmenso gozo por parte del pueblo (éxodo, restauración después del exilio, etc.).
La auténtica religión es aquella que conduce a creer y obrar desinteresadamente. Es lo que demuestra Job no obstante la situación límite de cercanía a la muerte, aislamiento, marginación social.
El anuncio de la Palabra en medio del confinamiento, a la luz de Hch 28, 30-31
“Durante dos años completos permaneció Pablo en la casa que tenía alquilada, y recibía a todos los que iban a verlo. Y predicaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo con toda libertad y sin impedimento alguno”.