Guías Homiléticas - XXV DOMINGO ORDINARIO
Am 8, 4-7 / Sal 112, 1-2.4-6.7-8 / 1Tm 2, 1-8 / Lc 16, 1-13Del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: ¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él contestó: “Cien fanegas de trigo”. Le dice: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz. Y yo les digo: gánense amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando les falte, los reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fueron fieles en la riqueza injusta, ¿quién les confiará la verdadera? Si no fueron fieles en lo ajeno, ¿lo de ustedes, quien se lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No pueden servir a Dios y al dinero”.
Palabra del Señor.
SABER ADMINISTRAR EL RECURSO CON EQUIDAD ES SABER SER JUSTO NO PUEDEN USTEDES SERVIR A DIOS Y AL DINERO
El profeta Amós advierte las conductas deshonrosas con Dios y los necesitados, porque el pueblo trata mal a los pobres, incluso los rechaza y los roba por medio de la usura, alterando las balanzas se aprovechan de ellos. Esto ante los ojos de Dios es una injusticia que el profeta rechaza y el anuncio de consecuencias negativas al pueblo de Samaria por este estilo de conducta.
La carta a Timoteo, sigue esta línea de salvación universal y unidad de su pueblo, Cristo vino a salvarnos a todos, evitando que los que usan la autoridad desprecien a los más necesitados. El verdadero cristiano vive en el mundo siguiendo las exigencias propias del proyecto de Dios sobre su pueblo. Esta lectura sigue siendo un llamado de Dios para el hombre: restablecer la paz a todos los pueblos.
En el evangelio de Lucas, el punto de partida radica en ser inteligentes ante la propuesta del Señor, tratar con justicia al pobre y al indigente, hoy no podemos estar tranquilos ante la Palabra, cuando no somos justos y no tratamos al pobre con amor, no podemos dormirnos ante tantas injusticias, porque para el autor nadie puede estar neutro ante la realidad, hoy surge una invitación: amar con un sincero corazón a los pobres. Otro mensaje propuesto sería que no podemos servir a dos señores a Dios y al dinero, porque despreciamos a uno y favorecemos al otro, no los podemos poner a la misma altura. La riqueza en sí misma no es mala, es una bendición de Dios, siguiendo la tradición del Antiguo Testamento, pero algo no está bien en la época de Jesús, instrumentalizar o hacer mal uso de la misma riqueza. Veamos con atención algunos protagonistas, en especial el administrador sagaz que supo tomar una sabia decisión en un momento de crisis, esta es la verdadera enseñanza para nuestra vida, saber tomar la decisión correcta en el momento pertinente, aun en momentos de crisis.
EL ADMINISTRADOR INTELIGENTE
¿Quién es el administrador al que el Señor le pide cuentas? Una persona que el Señor llama a rendir cuentas: “Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: ¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador”. Llega el momento de pedir cuentas por sus acciones, es el tiempo de dar cuentas, este ejemplo aunque es negativo se saca una enseñanza para la vida. Porque el Señor en esta parábola se representa en el hombre rico que tenía a su cargo un administrador “injusto”. Pero veamos cómo este administrador que aun siendo injusto el Señor lo elogia, de un ejemplo negativo saca una enseñanza positiva. Lucas nos habla de un administrador no creyente, pero a quien el Señor alabó por usar sus habilidades y sacar provecho a una situación difícil, en este caso, perder su empleo y hacer lo mejor por los demás. El texto nos enseña: ¿Cómo debemos actuar los creyentes en un mundo en el que cada día la crisis económica que vivimos? Debemos sacar provecho de manera creativa y hábil o inteligente de los medios que el Señor nos ha dado, aprovechar los recursos que tenemos en favor de los demás. Pienso en los microempresarios, en los vendedores… después de la crisis de la pandemia y aun en situaciones complejas que les ha tocado en estos tiempos.
SABER TOMAR DECISIONES
Este individuo demostró gran inteligencia, lo primero que hizo fue analizar su problema. No se puso a llorar ni a lamentarse sobre la noticia negativa, no va a tener trabajo, lo que hace es aprovechar el tiempo que le queda para saber administrar de manera creativa el recurso que se le confió como buen administrador. Fidel Oñoro nos recuerda: “Que la gran lección es que la sabiduría de los hijos de Dios se debe demostrar sobre todo en el uso de los bienes terrenales”. El administrador en la cultura judía, no era un empleado cualquiera, tenía todos los poderes para actuar en nombre del patrón; de tal manera que el negocio que hiciera, el patrón tenía la obligación de aceptarlo e incluso si actúa como este administrador “injusto” no podía demandarlo; simplemente lo reprochaba y despedía, como en el evangelio de hoy. Aunque el interés de Jesús no es presentarlo como modelo o paradigma de todo cristiano, quiere hacer énfasis en su buena decisión que toma, supo resolver una situación crítica, los que pertenecen a este mundo, son más sagaces que los hijos de la luz, ahí está la clave de lectura que quiere darnos Jesús: “Estos son más sagaces en sus negocios que los hijos de la luz”. Jesús invita a ser inteligentes como ellos en el buen manejo del recurso dado por el Señor para bien de todos.
¿QUÉ PIENSA EL ADMINISTRADOR?
El administrador tiene a cargo una empresa, unos trabajadores, ante la noticia negativa de su despido, piensa ¿qué haré ante esta mala noticia? A primera vista parece fácil, entregar todos los bienes al dueño de lo que se le encargó. Pero acá surge una situación, ha malgastado los bienes del patrón, debería restituir esos encargos, sería nuestra lógica humana… pero se sale de toda lógica, se preocupa de la manera como va a vivir cuando no tenga trabajo, cuando no gane nada, entonces se dedica injustamente a ganarse el aprecio de los deudores de su amo rebajándoles la deuda. Él perjudicó a su jefe por un bien mayor, aunque actuó mal ante el jefe, siendo injusto en el aspecto inmoral, favoreció a los deudores. Al final lo felicita porque actuó de manera sagaz ante las cosas del mundo, porque considera que debería actuar así ante las cosas de Dios. La verdad de las intenciones y de las acciones, fueron que el patrón se da cuenta de lo que hizo el mayordomo, cuidado con la interpretación no está alabando la mala conducta del empleado, a quien sigue considerando como mayordomo malo. El elogio fue porque actuó sagazmente, con inteligencia y con prudencia, esto es con fidelidad al Señor. Seguidamente, reconoció sus limitaciones. No era apto para el trabajo pesado y no sabía qué hacer. Pero tomó una decisión inteligente, supo administrar el recurso equitativamente. Muchos de los católicos que vamos a misa a diario o cada domingo no usamos de forma adecuada el tiempo, lo que hacemos en nuestras conversaciones diarias es para quejarnos de nuestras desgracias, de la violencia, de la realidad, me parece que hoy nos interpela el mensaje a todos, será que aprovechemos bien el recurso y lo utilicemos para el bienestar común sobre los personales.
¿QUIÉN ES JUSTO?
Ser justos en Lucas es proclamar con nuestra boca su palabra y vivirla, entre proclamar y vivir, es ser justos según sus planes de Dios en nuestras vidas, el justo ante los ojos de Dios, como san José, que hizo en su vida la voluntad de Dios y agrado con su vida al Señor. La Justicia es una virtud. Es decir, un hábito que nos hace actuar para ser mejores personas. Existen personas que se preocupan por hacer lo justo (actos de caridad, que a veces se vuelven paternalismos y dependencias), pero el Siervo de Dios Rafael García Herreros, en sus frases nos decía: No debemos dar el pescado servido, sino enseñar a pescar… “Hay un refrán chino que dice: “si yo le regalo un pescado a un pobre le quito el hambre un rato. Pero si yo le enseño a pescar, le quito el hambre para toda la vida”. Esta es la filosofía que estamos tratando de aplicar en el Minuto de Dios. Estamos enseñando a pescar” (Febrero 19 de 1964. García Herreros, Rafael. El banquete del millón, Corporación Centro Carismático Minuto de Dios, Bogotá, 2010), a veces se descuida la verdadera actitud de la vida por ser justos, por vivir la verdadera caridad, el servicio a los más necesitados, a los demás, a los pobres, dar con generosidad, aunque el administrador sea injusto ante los ojos del mundo, el Señor lo felicita porque hizo una buena acción, porque actuó con equidad. Saber manejar las crisis es una virtud, el administrador sagaz supo manejar su situación de crisis para conquistar amigos, eso es lo que Jesús alaba. Muchas personas viven sin hacer justicia porque no son justos, como quien dice que se preocupan por la justicia a su manera personal en falsas seguridades, en las cosas, las personas o apegos, despreciar e incluso ser peyorativos con los que nos sirven, no se preocupan por la defensa del pobre, pero Jesús nos enseña que en el desenlace de la vida, obró inteligentemente porque pensó en ayudar a los que tenían la deuda.
Nos presenta la justicia del necesitado no del que se aprovecha del pobre, sino en aquel que hace y vive la justicia, reconoce al otro como alguien que necesita, que tiene sus propias necesidades y tiene su propio valor. Como las bienaventuranzas, que nos dicen: “Bienaventurados los que tiene hambre y sed de justicia”, como quien dice dónde está nuestra confianza, en el Señor o en las cosas, en la lucha diaria que debemos hacer por buscar la principal riqueza en el Señor, no en los medios (riqueza, cosas) porque ellos son medios no fines. Están para tener libertad de usarlas, es una herramienta para, es un uso para, no es para mí, sino para los demás, es para vivir siendo pobre, usando los medios en pro de la comunidad, del bien común. Una persona que ya vive la virtud de la justicia se esfuerza siempre, todo el tiempo, para dar a los demás lo que les es debido, de acuerdo con el cumplimiento de sus deberes y obligaciones y de acuerdo con sus derechos y a la vez intenta que todos los demás que están a su alrededor hagan lo mismo.
Vemos nuestras limitaciones, pero no para buscar salidas, sino para decirnos y decir a otros, que somos incapaces, que la situación no es fácil, pero la palabra del Señor nos dice que debemos poner nuestra riqueza no en las cosas materiales, sino en el Señor que es justo de pobres y ricos.
Podemos fácilmente concluir que lo que elogia el Señor es la inteligencia para saber administrar los medios que se le fueron confiados ante la inminente y definitiva decisión del dueño de la vida.
CAMINO SINODAL
El sentido último de todo es hacer buen uso de las riquezas, acumular olvidándose del pobre es una manera de utilizar mal las riquezas, la opción por el Reino de Dios es el pensamiento que Jesús quiere enseñarnos, no podemos vivir esclavos de las riquezas. Allí donde está nuestro tesoro está nuestro corazón. En Dios está nuestra alegría del servicio a los más necesitados.
Vivir la justicia es un compromiso diario, la sola presencia que hacemos en las comunidades, estar atento a escuchar, una Iglesia que escucha al que nos llega con su situación difícil, utilizar el recurso que el Señor nos da sigue siendo un motivo de alegría por el servicio y ayuda. La razón de ser Iglesia es la caridad bien administrada.
ITINERARIO EUDISTA
Para san Juan Eudes los sacerdotes no se preocupan de la salvación de las personas: “Si buscan complacer sus inclinaciones. Si todos sus afectos son para las cosas terrestres
Si están ávidos de la vana estima de los hombres. Si se sirven de su ministerio para su ambición. Si abandonan los asuntos de Dios para dedicarse a los negocios del mundo” (SJE, O.C. III, 23). “Dios pedirá estrecha cuenta a los sacerdotes que no han nutrido a sus fieles corporalmente por medio de una asistencia corporal; más severa a quienes no les han nutrido con la palabra de la doctrina celeste; mucho más severa para quienes no lo han nutrido por el ejemplo de una buena vida” (SJE, O.C. III, 28).
Por: Pbro. Wilson Javier Sossa López, cjm
Sacerdote Eudista
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