En la vida humana hay valores importantes por los cuales tenemos que luchar y comprometernos (tanto judíos como cristianos): la familia, el pueblo, la educación, la religión, la formación de criterios de vida y de acción, la moral y la virtud.
¿Cuántos nos sentimos defraudados con los demás? ¿Por qué ponemos nuestra fe y esperanza en el dinero? Hay en el hombre una ineludible necesidad de vida, de plenitud, de felicidad. ¿Quién no quiere ser feliz? ¿Dónde encuentra el hombre la felicidad? ¿Será en el tener o en el poder?.
En el evangelio, los fariseos proporcionan a Jesús la ocasión para hablar del matrimonio. Jesús no se queda en la casuística ni en las disputas de escuela.
El término evidentemente refleja el censo de las tribus de Israel al comienzo del libro y otras listas o totales. Números documenta que cuando el pueblo de Dios fue fiel a las condiciones de pacto, sus viajes y vidas anduvieron bien.
Uno de nuestros mayores riesgos para nuestra fe es olvidarnos que delante de Dios siempre somos pequeños, que es necesario hacerse como Aquel en quien se cree.
La fe o amistad de confianza entre Dios y su pueblo. Este es el tercero de los poemas del Siervo de Yahvé del Deutero-Isaías, en el que se describen las vejaciones del Siervo.