Se acerca la liberación de su pueblo, ante tantas noticias negativas de algunas personas laicos y sacerdotes, no podemos dejarnos vencer por la desesperanza del mundo y de las cosas..
Este Domingo, la Iglesia cierra el ciclo litúrgico al celebrar a Cristo Rey. El evangelio presenta el juicio que llevó a Jesús a su muerte.
El libro de Daniel se escribe en pleno conflicto del pueblo contra la opresión extranjera. El lenguaje apocalíptico es revelación, no destrucción. Es esperanza del cambio, no del final de la historia. Es advertencia para estar preparados, estar alerta sobre el rumbo de la historia.
En la primera lectura nos habla de que en aquellos tiempos de sequía y hambre el profeta Elías pide a una mujer pobre, viuda y pagana que le de agua para beber y pan para comer. Los dos se muestran confiados en el Señor y el Señor cumple su promesa.
En el caminar del pueblo de Israel por el desierto, escuchar (el Shema) es una actitud del pueblo escogido por el Señor. Amaras al señor único, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
El mensaje de este Domingo es sobre Bartimeo, que nos invita a “ver”, es ir más allá de los sentidos, sentimientos, inteligencia, corazón y razón.
En la vida humana hay valores importantes por los cuales tenemos que luchar y comprometernos (tanto judíos como cristianos): la familia, el pueblo, la educación, la religión, la formación de criterios de vida y de acción, la moral y la virtud.
¿Cuántos nos sentimos defraudados con los demás? ¿Por qué ponemos nuestra fe y esperanza en el dinero? Hay en el hombre una ineludible necesidad de vida, de plenitud, de felicidad. ¿Quién no quiere ser feliz? ¿Dónde encuentra el hombre la felicidad? ¿Será en el tener o en el poder?.
En el evangelio, los fariseos proporcionan a Jesús la ocasión para hablar del matrimonio. Jesús no se queda en la casuística ni en las disputas de escuela.
El término evidentemente refleja el censo de las tribus de Israel al comienzo del libro y otras listas o totales. Números documenta que cuando el pueblo de Dios fue fiel a las condiciones de pacto, sus viajes y vidas anduvieron bien.