La esperanza renace en nuestros corazones con el inicio del tiempo de Adviento.
La experiencia a la que el Papa Francisco nos ha convocado tiene elementos semejantes.
El camino de la sinodalidad es la espiritualidad misionera de la Iglesia que se caracteriza por la escucha permanente que conduce al discernimiento y por eso la “participación es el camino”.
«Toda renovación de la Iglesia consiste esencialmente en el aumento de la fidelidad a su vocación; por eso, sin duda, hay un movimiento que tiende hacia la unidad» (Concilio Vaticano II – Unitatis Redintegratio, 6).